Sobrenaturalizar en la tercera forma
Año: 2021
Escrito por: Alejandra Mizrahi
Ocasión/lugar de publicación: Texto curatorial para la exposición "Jaspeada y seminueva” de Juliana Estrada.
Sobrenaturalizar en la tercera forma
Bien plantada.
No caída de arriba: surgida de abajo.
Ocre, color de miel quemada.
Color de sol enterrado hace mil años y ayer desenterrado.
Frescas rayas verdes y anarajadas cruzan su cuerpo todavía caliente.
“El uso y la contemplación”
Octavio Paz
Jaspeada y seminueva, podrían ser la descripción de una superficie o las cualidades con las que adjetivar objetos misceláneos. Los elementos aquí conforman un inventario de enseres mutantes. Uno de ellos, por describir uno al azar: casi cuenco y a medio camino de convertirse en un sombrero. A la distancia parecen corresponder a un tercer objeto, diferente a cualquiera de los dos que podemos reconocer gracias a la sencilla razón de que los manipulamos a diario.
Rivera Cusicanqui (2015) utiliza la imagen de lo ch´ixi, del aymara manchado y abigarrado, para describir la formación de Bolivia, compuesta de manchas o jaspes sociales que conviven en el mismo territorio. En la imagen de lo ch´ixi, el jaspeado pareciera ser de lejos un tercer color, pero al acercarnos se nos revelan los opuestos constelando en la misma superficie.
De la misma forma que en el jaspe, o piedra manchada, las vetas autónomas pero a la vez subordinadas a la superficie, persisten tensionadas en la fría y suave roca ornamental, Juliana yuxtapone y abigarra lana y fibra vegetal, tela y arcilla cruda, vasijas y atuendos, materiales nuevos y viejos, dejando la disputa binaria congelada en las formas.
La indefinición de estos objetos que evocan formas utilitarias, se completan con la potencia de lo que sugieren poder ser. Entonces son tres cosas: eso que podrían ser -la potencia- y la forma casi cuenco por un lado, y casi sombrero por el otro, que observamos al acercarnos. Los utensilios desnaturalizan o sobrenaturalizan su utilidad en esta tercera forma, proponiendo imaginarnos otras formas de relacionarnos con ellos. Los objetos misceláneos de Juliana están en transición, como si se hubiesen congelado en el transito de lo útil a lo inútil.
Los enseres están emplazados en una carpa, plantean su circulación en un espacio semitechado, ni adentro ni afuera. El lugar también se propone como un tercero. La carpa embebe la idea de itinerancia. Este espacio no se queda quieto, se mueve sobre la superficie terrestre y es permeable al ambiente en el cual se encuentra anclado temporalmente.
-Paz, Octavio (1998). El uso y la contemplación, Revista Camacol, 11.
-Rivera Cusicanqui, Silvia (2015). Sociología de la imagen. Miradas ch´ixi desde la historia andina. Buenos Aires: Tinta Limón.
(2018). Un mundo ch´ixi es posible. Ensayos desde un presente en crisis. Buenos Aires: Tinta Limón.
-Yanagi, Soetsu (2020). La belleza del objeto cotidiano. Barcelona: Editorial GG.
1. Soetsu Yanagi denomina objetos misceláneos a los utensilios producidos de forma artesanal que responden a distintos usos, dentro de lo que él acuñó como artesanías del pueblo -mingei- en Japón a principios del siglo XX.